Este fue el país que dejó el Gobierno de Iván Duque en Colombia en relación al coste que supone la energía eléctrica para la ciudadanía. Se lo resumimos en cinco datos:
- La energía eléctrica (kWh) en Colombia es la tercera más cara de América Latina. Si relacionamos el consumo1Asume un consumo de 125 kWh por mes y se multiplica por la tarifa residencial de cada país. mensual de un hogar en relación al salario mínimo, los colombianos destinan el 7 % de un salario mínimo a la factura de la luz. Solo peruanos (12 % de un salario) y brasileños (11 %) pagan más que en Colombia.
- Para los trabajadores de Colombia es cada vez más difícil pagar la factura de electricidad (gráfico1). En los últimos cinco años, el precio de la electricidad creció 46 %, mientras que el salario mínimo tan solo un 36 %. Este efecto, está concentrado en el último año: entre 2021 y 2022 la electricidad creció 23 % y el salario tan solo 10 %.
- Los trabajadores de menores ingresos sufren mucho más el incremento del precio de la electricidad, pues son ellos quienes destinan una proporción mayor de su ingreso para pagar la planilla de luz (gráfico 2). El esfuerzo que realizan los hogares más pobres para pagar la electricidad es casi 3 veces mayor al que realiza el hogar mediano colombiano y más de 6 veces mayor al del decil más rico.
- Las empresas de electricidad EMP y ENEL, que atienden el 46 % de la demanda, duplicaron la utilidad neta entre 2015 y 2021. En 2015 ambas empresas se embolsaron 515 millones de dólares. Para el año 2021 la utilidad neta alcanzó los 1.043 millones de dólares.
- Una política de control de precios de la electricidad sería progresiva en Colombia y acorde a las políticas de países europeos:
- Países como España, Portugal, Francia o Reino Unido están poniendo techos al incremento del precio de la electricidad. Alemania nacionalizará una de sus hidroeléctrica. Noruega dejará de exportar energía para estabilizar su mercado doméstico. Suecia subsidiará la factura de luz de hogares y empresas.
- Hace pocos meses la Unión Europea, como bloque, debate poner topes al precio de la electricidad y crear un impuesto extraordinario a los beneficios de las empresas energéticas (recaudaría 142.000 millones de euros).

