Resumen ejecutivo:
- El FMI es la institución financiera internacional más poderosa del planeta y sus opiniones pueden cambiar la suerte de los latinoamericanos en un abrir y cerrar de ojos.
- En este informe mostramos que semejante poder no está en buenas manos. Argumentamos que el Fondo está regado de problemas de diseño que impiden un funcionamiento a la altura de sus objetivos globales.
- El poder del FMI radica en que discrecionalmente puede rechazar solicitudes de crédito, exigir políticas antipopulares sin asumir responsabilidad, desconocer la legitimidad de un Gobierno y, en cambio, prestarle dinero a un Gobierno de facto. Le basta con hacer declaraciones, informes, proyecciones económicas o “country reports” negativos para desatar tormentas especulativas en los mercados.
- ¿Quién maneja ese poder? EE. UU. tiene votos para impedir cualquier cambio relevante, y con unos pocos aliados puede aprobar lo que desee.
- Sus directivos y personal no son elegidos en base al mérito sino a la geografía. El reparto de los dos primeros cargos ejecutivos entre ciudadanos de EE. UU. y Europa es un arcaísmo que hasta el Vaticano ha podido superar.
- No hay pluralidad de pensamiento económico. No existe representación relevante de funcionarios provenientes de los países asiáticos de desarrollo reciente, que son quienes más podrían aportar para contribuir al desarrollo latinoamericano.
- El poder del Fondo no refleja la estructura multipolar actual.
- Existen grandes problemas de falta de ética y de “puertas giratorias” en el FMI. Entre los directores gerentes europeos de las tres últimas décadas, encontramos un 60 % de casos de “puertas giratorias” comprobadas, y otro 60 % con faltas de ética probadas –y en algunos casos condenadas–.
- Entre los subdirectores gerentes primeros, de origen estadounidense, encontramos un 75 % de problemas de “puertas giratorias” y 25 % de falta de ética.
- No sorprenden estos casos porque el FMI carece de buenas prácticas para disuadir las peores conductas de sus directivos y desconoce los problemas de agencia del directorio y el staff.
- Sorprende este diseño permisivo con su staff porque contrasta con las exigencias de buena gobernanza y anticorrupción que el Fondo les hace a los países que supervisa. Sorprende que tanto poder no tenga más control.
- El monto promedio de los acuerdos de crédito que otorga el Fondo para estabilizar la región ha aumentado unas 70 veces. Parece que sus políticas, implementadas en toda la región, han fracasado en el objetivo fundacional de estabilización.
- Un tercio de los 404 créditos que otorgó el Fondo en su historia fueron otorgados a Gobiernos de facto y no se otorgó ninguno a Venezuela para enfrentar la pandemia.
- Apenas un 10 % de los acuerdos y casi un 3 % de los fondos fueron concedidos a Gobiernos latinoamericanos soberanistas.