El electorado ecuatoriano mantiene cierta esperanza de que el nuevo Gobierno que salga de las urnas el próximo 20 de agosto –o el 10 de septiembre, si hay que acudir a una segunda vuelta– corrija la deriva económica, social y política del país. No obstante, se trata de una expectativa matizada por las sucesivas decepciones de las presidencias de Lenin Moreno y Guillermo Lasso. Esta es una de las principales conclusiones que se desprende del estudio de análisis cualitativo de opinión realizado en este mes de agosto por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica CELAG. Las sesiones de trabajo fueron realizadas antes del asesinato de Fernando Villavicencio, por lo tanto, las percepciones en torno a este suceso no están recogidas en este informe.
El estudio, realizado mediante la técnica de grupos focales, revela que el votante promedio está a la búsqueda de un liderazgo fuerte y con credibilidad para sacar al país de una crisis percibida como una de las mayores de la historia reciente de Ecuador. La búsqueda de dicho liderazgo trasciende los antagonismos correísmo/anticorreísmo e izquierda/derecha para ubicarse en el eje presidente para las élites/presidente para el pueblo, en la percepción de que los gobiernos de Moreno y Lasso favorecieron a los grupos de poder y no a las clases populares.
A continuación se detallan los principales relatos recogidos en las sesiones de trabajo:
- Los estados de ánimo se describen con sentimientos negativos pasivos y desmovilizadores: impotencia, frustración, resignación, tristeza…
- Los relatos sobre la inseguridad opacan al resto de problemas, lo que no significa que no haya conciencia sobre la extrema gravedad de esos otros asuntos: desempleo, salud, educación…
- Admiración por el modelo Bukele para combatir la inseguridad.
- Hay un fuerte relato antipolítico sobre todas las candidaturas, con la excepción del votante correísta, que tiene un discurso ilusionado sobre su candidata.
- La discusión correísmo/anticorreísmo cada vez suscita menos interés entre las franjas del electorado no alineadas con estas dos posturas.
- Por el contrario, los debates se centran en torno a la necesidad de un presidente/a que trabaje para el pueblo y no para las élites.
- Los jóvenes han normalizado la emigración como una salida laboral y vital más. Sensación de que en Ecuador es imposible labrarse un futuro.
- Fuerte demanda entre las mujeres de políticas dirigidas específicamente hacia ellas.
- Exigencia de las zonas rurales de mayor atención por parte de las instituciones públicas. Sensación de abandono. Máxima preocupación por inseguridad y migración.
- El relato correísta, basado en los logros del periodo de Rafael Correa, ha abandonado las posiciones defensivas de los últimos años para mostrarse más abiertamente y con mayor capacidad de convencimiento.
- A la inversa, el relato anticorreísta se muestra más reticente, lastrado por el fracaso del mandato de Guillermo Lasso.
- Descreimiento de las grandes promesas ante el breve periodo del próximo presidente/a (el mandato expirará en 2025).
Percepciones sobre las diferentes candidaturas
Luisa González
- Mujer fuerte, con carácter y personalidad.
- Reclamo de un perfil propio, más allá de su vinculación correísta.
- Esperanza entre el electorado femenino de que pueda ser la presidenta que atienda las problemáticas de las mujeres.
- Ausencia de acusaciones de corrupción o escándalos.
- El anticorreísmo denuncia que, en caso de victoria, gobernará Correa.
- Votantes de Yaku Pérez y Xavier Hervas en 2021 evalúan respaldarla.
Yaku Pérez
- Relatos de decepción entre quienes le votaron en 2021:
- Abandono de su discurso rural y ambientalista.
- Pacto con Guillermo Lasso en la segunda vuelta de los comicios de 2021.
- Intereses en la industria minera. Acusaciones de corrupción.
- Desaparición de la imagen novedosa y fresca. Asimilación a la “vieja política”.
Xavier Hervas
- Su votante en 2021 no está tan desencantado como el de Yaku Pérez.
- Mantiene un cierto perfil de no alineado (“ni de izquierdas ni de derechas”).
- Identificado como candidato de la juventud. Sus posts en redes sociales son considerados los más atractivos.
- Salvo entre el votante correísta, no genera un rechazo frontal.
Otto Sonnenholzner
- Imagen moderada. No despierta ni grandes adhesiones ni grandes rechazos.
- No le ha perjudicado su paso por el Gobierno de Lenin Moreno como vicepresidente.
- Al contrario, se reconoce su trabajo durante la pandemia de covid.
- Valoración positiva de acciones de ayuda a los más vulnerables (reparto de medicinas, alimentos, etc).
- Cierto perfil de no alineado (“ni de izquierdas ni de derechas”).
Jan Topic
- El candidato de la seguridad. Percepción de que sería eficiente en la lucha contra el crimen.
- Emergen algunos relatos de fascinación por su figura, identificándolo con Bukele.
- Imagen de outsider.
- Críticas por candidato de nicho programático, sin propuestas más allá de la inseguridad.
Fernando Villavicencio
- El candidato más anclado al clivaje correísmo/anticorreísmo por sus continuas denuncias y querellas judiciales contra Rafael Correa.
- Anticorreísmo: busca la justicia vs. correísmo: busca protagonismo.
- Críticas por centrarse tan solo en la figura de Correa.
- Relato sobre supuesto “títere” de Lasso.
Daniel Noboa
- Vinculación a su padre. Acusaciones de nepotismo.
- Relato meritocrático: el éxito de las empresas familiares demuestra que puede gestionar el país.
- Inexperiencia. Valoración de que en un futuro podría ser un candidato solvente. Elecciones 2023 como banco de pruebas.