Las elecciones regionales en Colombia son las que registran mayor participación que las demás porque la ciudadanía siente que allí se dirimen sus necesidades cotidianas.

El domingo 27 de octubre, los colombianos acudirán a las urnas para designar a las Autoridades Territoriales que dirigirán los destinos de Colombia en el período 2020–2023. Allí, los 36.805.079 ciudadanos habilitados para estos comicios deberán elegirán a los 1.101 alcaldes, 32 gobernadores, 12.063 concejales, 418 diputados y 6.814 ediles. Los gobernadores y diputados se votarán a nivel departamental, mientras que la elección de los alcaldes, concejales y ediles se llevará a cabo a nivel municipal.

Se esperan unas elecciones muy disputadas, en las que el presidente Iván Duque, junto al partido uribista Centro Democrático (CD), se juegan parte de su poder territorial. Además, se medirán las fuerzas progresistas en los territorios luego de la buena elección de 2018, especialmente tomando en cuenta el protagonismo que tomaron en ellas el petrismo y el fajardismo. Se trata, en suma, de una elección distinta, donde se ponen en disputa valores de cercanía de los votantes y los clanes de poder local. En las elecciones regionales, las disputas departamentales y municipales toman otro cariz, primando la lógica micro por sobre la macro, los intereses territoriales y disputas de poder regionales por sobre la mirada nacional.

Es importante, entonces, contextualizar qué es lo que ocurre en cada región y cuáles son los objetivos y alianzas que forjó cada partido, para no centrar la atención únicamente en los principales distritos –las gobernaciones de Antioquia, Valle del Cauca, Cundinamarca y Atlántico, así como las alcaldías de Bogotá y Medellín-. Para ello, debemos repasar los resultados de 2015, a fin de no perder de vista lo que se juega cada fuerza en estos comicios.

Gobernaciones / Prelectoral Colombia 2019

Como puede observarse en la tabla, si nos guiamos por lo acontecido en 2015 veremos que la lógica de alianzas es la que imperó y se volvió esencial para obtener buenos resultados. De este modo, en los pasados comicios tan sólo 14 de las 32 gobernaciones fueron ganadas por partidos en solitario. En la mayoría de ellas (56%), en cambio, quienes se impusieron lo hicieron por medio de alianzas con otras fuerzas, de todo tipo y sin que éstas estuvieran guiadas por acuerdos de tipo ideológico-programático.

Un claro indicador fueron las alianzas realizadas por la coalición del entonces Gobierno de Santos para ganar en 18 gobernaciones, lideradas por el Partido Liberal Colombiano (PLC), Cambio Radical (CR) y el Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U). Estos partidos formaron parte de la coalición ganadora en diez, nueve y nueve ocasiones, respectivamente, junto a otras siete fuerzas distintas cada uno (cubriendo la mayor parte del espectro ideológico,  sin que ello opere como límite y mostrando una gran versatilidad a la hora de armar alianzas).

Para el proceso que se llevará a cabo el domingo 27 de octubre, la participación de las agrupaciones más importantes –con presencia en al menos 10 departamentos- será la siguiente:

Candidaturas departamentales por partido político / Prelectoral Colombia 2019

Como puede observarse en la tabla, los partidos que presentan candidaturas a mayor número de gobernaciones son el PLC, CR, CD y el Partido conservador (PCC). Tanto el Partido Liberal como Cambio Radical lo hacen en la inmensa mayoría por medio de distintas alianzas –siendo además socios entre sí en la mayor parte de las coaliciones que forman parte-. Veamos las distintas estrategias adoptadas por cada organización:

Partido Liberal: competirá en todos los departamentos a excepción de La Guajira. En 27 de ellos lo hará en coalición con otras fuerzas. Curiosamente, para retener las 4 gobernaciones que consiguió en solitario en 2015, optó ahora por recurrir a alianzas en todas ellas. Además, en Antioquia donde había triunfado junto a Cambio Radical, o en Norte de Santander con el Partido de la U, se presentará ahora en coaliciones más amplias de 4 o más fuerzas. Sus mayores aliados serán Cambio Radical, el Partido de la U y el Partido Conservador –en 15, 12 y 10 oportunidades, respectivamente-.

Cambio Radical: Chocó, Nariño y Risaralda son los únicos departamentos en los que no participará. Excepto en Bolívar y Vaupés, competirá siempre en alianza con otras fuerzas. En la misma sintonía que el PLC, defenderá ahora bajo distintas alianzas 4 de las 5 Gobernaciones que consiguió en 2015 por cuenta propia, cediendo entonces aún en caso de ganar una porción del poder. Y coincidentemente, optó por aliarse mayoritariamente junto al PLC, la U y PCC –también en 15, 12 y 10 ocasiones-.

Centro Democrático: el partido del presidente Iván Duque, fundado por el senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, tan sólo defiende Casanare –en solitario, tal y como la consiguió en 2015- y Tolima -en coalición antes, de forma independiente ahora-. Una muestra de su estrategia general, teniendo en cuenta que entre los partidos más importantes es el que se presenta sin alianza en mayor cantidad de departamentos, 10 en total. Destacan entre ellos Antioquia y Valle del Cauca por su envergadura. En los 16 departamentos en que sí optó por forjar alianzas, sus predilectos fueron PCC, PLC y CR -8, 6 y 5 veces-.

Partido Conservador: buscará retener Risaralda, ahora junto a los liberales, así como Quindío y Tolima con distintas alianzas. Al igual que Centro Democrático, disputará en solitario Antioquia y Valle del Cauca. Para estos comicios es el partido que más abrió un juego parejo de alianzas, agrupándose con el PL y CR en 10 ocasiones, en 8 con CD, en 7 con Alianza Social Independiente (ASI) y en 6 con la U.

Partido Social de Unidad Nacional: para defender las 2 gobernaciones que poseía de forma exclusiva, Cesar y Valle, se decidió en ambas por formar coalición con el PLC y CR. Disputará casi siempre en coalición, teniendo como principales aliados a los ya dichos -12 veces a cada uno-, seguidos por PCC y ASI -6 veces-.

Colombia Humana-Unión Patriótica: estos dos partidos se presentaron de forma conjunta ya de por sí, puesto que “luego de que el Consejo Nacional Electoral le negara la personería jurídica a su movimiento, el petrismo firmó una alianza con la Unión Patriótica (UP) para conformar la UP-Colombia Humana”[i]. De los 12 departamentos en los que competirán, en Cesar, Córdoba y Putumayo optaron por no sumarse a ninguna coalición mientras que en las restantes 9 sí buscaron aliados. Su estrategia ha sido no participar de acuerdos con gran cantidad de fuerzas y tampoco tejer alianzas con partidos muy diversos. Sus principales aliados serán el Polo Democrático Alternativo, con el que competirán en 6 departamentos, y el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), con el que lo harán en 3.

Alianza Social Independiente: se presentará en 23 departamentos. Participó en 2015 de la obtención de 3 departamentos bajo distintas alianzas, misma estrategia que adoptará en esta oportunidad, compartiendo mayormente espacio con CR, PLC, PCC, U y CD -en 9, 7, 7, 6 y 5 oportunidades respectivamente-.

Alianza Verde (AV): sostuvo su acuerdo con el PLC en Boyacá y no así en Meta -Gobernación que buscará retener ahora en solitario-, mientras que las alianzas con las que compartió triunfo en Arauca, Guainía y Putumayo se vieron modificadas. Participará de coaliciones muy diversas, compartiendo espacio principalmente con el PLC -6 veces-, así como con Colombia Justa Libres (CJL), la U y MAIS -en 4 ocasiones con cada uno-.

Polo Democrático Alternativo: no consiguió ningún triunfo en esta corporación en 2015 –ni solo ni en coalición-. En esta oportunidad, se presentará sin alianzas en 7 de los 16 departamentos en que competirá. En los restantes, se aliará en seis a la Colombia Humana y en tres a AV.

Movimiento Alternativo Indígena y Social: sin alianzas en Boyacá, Casanare y Guaviare. Para los demás departamentos muestra un reparto sumamente homogéneo, con CR y la U en 6 oportunidades, y con el PLC, AV y Colombia Renaciente en 5.

Colombia Justa Libres: el partido evangélico de reciente creación disputará sus primeras elecciones regionales, en las que competirá en el 75% de las gobernaciones. Para afrontarlas, optó por competir de manera individual en 16 departamentos, mientras que en los 8 restantes se alió principalmente al PLC y AV, en 4 oportunidades, y a CD en otras 3.

Autoridades Indígenas de Colombia (AICO): de las 4 gobernaciones que había conseguido en 2015, no presentará lista en Guaviare –la única que había ganado en solitario- ni en Córdoba, mientras que intentará revalidar Cauca en solitario y Quindío bajo una nueva coalición.

Colombia Renaciente y Alianza Democrática Afrocolombiana: ambos partidos fueron fundados en 2018 a partir de las disputas de las curules afro, apoyado por un grupo de exministros de Santos. El primero apostó mayoritariamente por las alianzas –en general con varios partidos al mismo tiempo- mientras que el segundo probará suerte de forma aislada en ocho de sus diez participaciones.

Alcaldías / Prelectoral Colombia 2019

En las pasadas elecciones, los partidos más importantes -Partido de la U, Cambio Radical, Partido Conservador y Partido Liberal- obtuvieron por su cuenta 628 alcaldías, es decir el 57% del total. El Centro Democrático, que postulaba por primera vez candidatos para esta corporación, quedó en un lejano quinto lugar. Sin embargo, uno de los datos que sobresalieron fue que las alcaldías conseguidas bajo coaliciones superaron la cosecha de cualquiera de los partidos en solitario. Es decir que, tal y como ocurrió en la órbita de las Gobernaciones, las alianzas estuvieron a la orden del día. “El partido que participó en más coaliciones fue el Partido de la U, seguido por Cambio Radical y el Partido Liberal. En este mismo orden fueron los partidos que más ganaron alcaldías en coalición”[ii].

Para estos comicios, el Centro Democrático tendrá muchas posibilidades de crecer, puesto que utilizando los resortes que da gestionar el Gobierno nacional, seguramente supere las 55 alcaldías cosechadas en 2015. En esta oportunidad se presentará a poco más de 450 alcaldías, más de 400 de ellas en solitario. Su principal aliado en aquellas que disputará en coalición será el Partido Conservador, quien con la figura de la vicepresidenta Marta Lucia Ramírez en el Gobierno tendrá similares recursos que el CD, pero con 101 municipios más que defender por lo cual las perspectivas de crecimiento son algo menores. Sin embargo, es el partido con mayor presencia a lo largo del territorio dado que competirá en más de 600 alcaldías, siendo a la vez el que más alianzas tejió con el resto de fuerzas conservadoras.

Por su parte, los restantes 3 partidos de derecha de mayor peso que están fuera del Gobierno -Partido de la U, Partido Liberal y Cambio Radical- tendrán la difícil tarea de sostener el gran número de municipios ganados en 2015 -182, 157 y 133 respectivamente-. El PLC se presentará en algo más de 400 alcaldías, la U en poco menos de 400 y CR en cerca de 350. Cada uno conformó alianzas en más de 50 municipios, siempre con el Partido Conservador como principal aliado.

Entre las fuerzas progresistas, la conjunción Colombia Humana-Unión Patriótica disputará un total de 123 alcaldías en 24 departamentos, de las cuales únicamente 4 serán en coalición –entre ellas la candidatura de Hollman Morris para Bogotá que también es apoyada por el MAIS-. Si bien no presenta candidaturas en casi el 90% de los Municipios, al no tener alcaldías por defender todo lo que sume será ganancia. Por su parte, Alianza Verde y el MAIS tienen un considerable número de alcaldías que retener -44 entre ambos- por lo que presentarán un mayor número de candidaturas -351 y 257- mientras que AICO y el Polo Democrático Alternativo con expectativas de superar sus números de 2015 se presentarán en 126 y 101 municipios.

Bogotá

Siendo sin lugar a dudas la alcaldía más deseada, en esta oportunidad serán 4 listas las que compitan por ella. El ganador sucederá al saliente Enrique Peñalosa, quien obtuvo su segundo mandato -ya había ejercido el cargo entre 1998 y 2000, cuando el mandato era por 3 años- tras haberse postulado como candidato independiente con el apoyo de Cambio Radical. Los aspirantes esta vez serán los siguientes:

  • Carlos Fernando Galán, exdirector de Cambio Radical, quien con su candidatura independiente por medio del Grupo Significativo de Ciudadanos: Bogotá Para La Gente, busca copiar la estrategia ganadora de Peñalosa y resulta la apuesta de continuidad de éste. Arrancó corriendo de atrás en las encuestas, pero desde mediados de septiembre a esta parte la mayoría lo ubicó en el primer lugar de las preferencias. Sin embargo, a mediados de octubre debió afrontar el traspié que significó el envío a prisión de uno de sus asesores, Juan Carlos Junca. Coincidentemente, luego de haberse impuesto en 4 encuestas distintas de forma consecutiva entre fines de septiembre y principios de octubre –CNC, Datexco, Invamer y Los mosqueteros-, las 3 mediciones siguientes lo ubicaron en un empate técnico.
  • Claudia López por la Coalición Claudia Alcaldesa –Alianza Verde, Polo Democrático Alternativo y el GSC Activista-, quien cuenta con el aval del electorado centrista que se inclinó por Fajardo en 2018. Fue quien picó en punta en las encuestas en un primer momento, pero luego precisamente por dicha razón fue el principal blanco de críticas y cedió su favoritismo en manos de Galán. El 10 de octubre recibió el importante apoyo de Ángela María Robledo, exfórmula presidencial de Gustavo Petro, noticia que no cayó bien entre las filas de Colombia Humana puesto que acrecienta las posibilidades de los «verdes».
  • Hollman Morris por la Coalición Colombia Humana-UP-MAIS, candidatura que según marcan las encuestas estaría disputando el tercer lugar. La decisión de no haber unificado candidatura con el sector que lidera Claudia López, cristalizado en su máxima expresión en el mencionado reciente apoyo de Robledo, pueden ser determinantes para las chances de Galán.
  • Miguel Uribe Turbay por Avancemos, coalición de derecha que pese a aglutinar a varios de los más importantes partidos –PLC, PCC y CD- no despega en la mayoría de las encuestas y pelea con Morris el tercer puesto. Sin embargo, será probablemente quien más votos de maquinaria pueda sumar, estando su candidatura avalada por 5 partidos –los mencionados más Colombia Justa Libres y MIRA (evangelistas)-.

 

A modo de cierre

Más allá de los resultados, que arrojarán un lógico saldo de ganadores y perdedores, será importante prestar atención a dos factores que marcarán la contienda: los niveles de participación y de violencia. Respecto a lo primero, si bien Colombia se caracteriza por su elevada abstención electoral, debemos señalar que al mismo tiempo este tipo de comicios es en el que más se suele involucrar la ciudadanía. Esto sucede debido a que los electores juzgan a los comicios regionales como los más importantes, los más determinantes e influyentes para su vida cotidiana –ya que en ellos se dirime quiénes serán los encargados de solucionar las problemáticas a un nivel micro, de barrios o municipios-, además de constituir una fuerte apuesta de los partidos políticos para construir su base territorial en miras a las elecciones nacionales.[1] Por ende, son las elecciones que cuentan con una mayor tasa de participación, la cual en 2015 rozó los 60 puntos, superando ampliamente a la participación registrada tanto para las Legislativas –en los últimos 5 comicios no alcanzó nunca siquiera el 50%- como para las Presidenciales cuyo mejor registro del siglo se dio en 2018 cuando arañó el 55%.

Por último, habrá que observar de cerca lo que ocurra el 27 en relación a la situación de violencia en que se disputan los comicios. Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares)[iii] relevó que en el último año se registraron 22 candidatos asesinados y más de 170 amenazados. Además, se observa que el espiral de violencia se intensifica conforme se acercan las elecciones, siendo que 9 de los 22 homicidios tuvieron lugar con posterioridad a la oficialización de las candidaturas, el pasado 27 de julio. No es novedad que en Colombia se utilice la violencia para dirimir las disputas de poder. Algún día la historia dejará de repetirse. Para ello, será fundamental que la ciudadanía se involucre y participe activamente, eligiendo cada vez mejores líderes. Pero claro que ello resulta sumamente complicado frente a una coyuntura en que a los mejores líderes se los sigue violentando, amedrentando y hasta asesinando sistemáticamente.

 

[1] https://www.celag.org/colombia-unas-elecciones-marcadas-por-la-violencia/

[i] https://www.celag.org/colombia-unas-elecciones-marcadas-por-la-violencia/

[ii] https://moe.org.co/wp-content/uploads/2017/07/Libro_MOE_Resultados_Electorales_en_Colombia_2015-4.pdf

[iii] https://pares.com.co/2019/10/16/cuarto-informe-de-violencia-electoral-en-colombia-2019/#.XacnwPLnHcM.twitter

Guillermo Javier González

Licenciado en Sociología con orientación en Diagnóstico Social (Argentina)

Profesor en Sociología por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Diplomado de Estudios Avanzados en Análisis Electoral y Maestrando en Estudios Electorales por la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).