Después de 100 días de gobierno, el presidente de Mario Abdo tomó un descanso de lo que consideró una primera etapa maratónica: tres meses en los que se centró, fundamentalmente, en posicionar a Paraguay en el mapa geopolítico internacional. Una gira intensiva que le ha valido las críticas de socios internacionales tan relevantes como EE. UU. y que, a su vez, ha generado suspicacias a la interna del país, fundamentalmente por la ausencia, aun hoy, de una hoja de ruta clara y con impronta propia para el próximo cuatrienio.
Robusta agenda internacional
La agenda internacional de Mario Abdo comenzó antes de su asunción presidencial: el 13 de junio viajó a Rusia, donde sostuvo reuniones con el presidente Vladimir Putin y empresarios, en el marco de la inauguración del mundial de fútbol. El objetivo principal del viaje fue afianzar los históricos lazos bilaterales en materia de comercio y seguridad[i], con el avance en un gran acuerdo en investigación nuclear con Rosatom (la agencia nuclear rusa), prospección de hidrocarburos, infraestructura y desarrollo de la energía hidroeléctrica[ii].
Durante esta primera gira aprovechó para visitar Argentina y Brasil, donde se reunió con Michel Temer y Mauricio Macri, con quienes coincide ideológicamente y, además, los une una relación estratégica fronteriza que se refuerza con la presencia de las dos hidroeléctricas binacionales, Itaipú Binacional y la Entidad Binacional Yacyretá.
Posteriormente, Abdo visitó EE. UU. –lo cual no deja de ser un gesto interesante respecto de su política internacional–, donde sostuvo reuniones en el comandante del Comando Sur, Kurt Tidd, con el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, con el secretario de Comercio, Wilbur Ross, con la directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde y con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, entre otras[iii].
Pero la reunión con el primer mandatario estadounidense no se dio hasta después de su asunción, a propósito de su viaje a Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre, cuando tuvo oportunidad de reunirse con Donald Trump y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
En esta agenda la delegación paraguaya incluyó una reunión de Luis Castiglioni con su contraparte de la República Islámica de Irán, el canciller Mohammad Zarif, un gesto que fue rechazado por el Departamento de Estado, al igual que su acercamiento a Palestina y Turquía, que están por abrir embajadas en Paraguay.
La visita del emir de Qatar, Timim Bin Hamad, al país y el restablecimiento de la Embajada de Paraguay en Tel Aviv, son otras de las acciones que han generado incomodidad diplomática con el país del Norte.
Agenda nacional: continuismo sin impronta propia
Con una interna partidaria que todavía no es favorable y arrastra el rechazo del sector del Partido Colorado que responde a Horacio Cartes, Mario Abdo avanza en una agenda nacional sin impronta propia.
Hereda de su predecesor una política económica orientada a mantener la estabilidad macroeconómica en estricto cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), que obliga a que el déficit fiscal anual de la Administración Central del Estado no supere el 1,5% del PIB, de cara al presupuesto de 2019[iv].
Mantiene la tendencia en la implementación de políticas sociales de su predecesor, con clara ausencia de acciones para la mitigación de la pobreza, el desarrollo y el mejoramiento de los servicios de salud y educación pública[v]. También repite las prácticas clientelares de nombramiento de políticos cuestionados en cargos importantes de instituciones públicas y entes binacionales para pagos de favores políticos[vi].
La ausencia de un referente de oposición, en un momento en que el grupo de oposición más fuerte proviene del propio oficialismo, le permite adjudicarse como propia la lucha anticorrupción que la ciudadanía libró en las calles en contra de exlegisladores corruptos, y que se saldó con la destitución de los mismos.
No haber movido un dedo para protegerlos y no haber reprimido las protestas pone al presidente en un lugar más aceptable para los ciudadanos y le permite ‘salvar los muebles’ después de 100 días de total ausencia de liderazgo y falta de proyecto político con impronta propia. En este sentido, no es casual que algunos analistas paraguayos hayan afirmado que los cien primeros días de Abdo equivalen a los 100 primeros días del sexto año de Cartes en la Presidencia[vii].
El vacío es evidente y el tiempo empieza a jugar en contra del presidente colorado. Mientras la oposición sigue distraída, comienza a fortalecerse –y adquirir peso en la opinión pública– el liderazgo de ‘Payo’ Cubas, el legislador del partido Cruzada Nacional que se posiciona con un discurso antisistema y cuyo creciente peso político preocupa en un periodo de surgimiento de liderazgos como el de Jair Bolsonaro en Brasil.
[i] https://mundo.sputniknews.com/politica/201806131079535734-rusia-paraguay-que-relaciones-tienen/
[ii] https://www.lanacion.com.py/politica/2018/06/13/historico-encuentro-de-mario-abdo-con-su-par-del-gigante-euroasiatico/
[iii] https://www.ultimahora.com/mario-abdo-benitez-visita-el-comando-sur-eeuu-n1702047.html
[iv] https://www.efe.com/efe/america/economia/el-presupuesto-paraguayo-de-2019-busca-mantener-la-estabilidad-y-aumentar-inversion/20000011-3752171
[v] https://www.ultimahora.com/hasta-ahora-falta-una-hoja-ruta-clara-politicas-publicas-n2781293.html
[vi] https://www.lanacion.com.py/politica_edicion_impresa/2018/11/22/primeros-100-dias-de-abdo-con-repartija-de-cargos-y-salarios/