- El pasado domingo 10 de octubre los paraguayos celebraron elecciones municipales. Las elecciones, convocadas originalmente para otoño de 2020, se postergaron un año con el argumento del Covid-19.
- Unos 4,6 millones de paraguayos votaban a sus intendentes (la denominación paraguaya de “alcaldes”) y concejales en 261 municipios. El país inauguró un sistema de urnas electrónicas que posibilitó que el conteo rápido (TREP) arrojara resultados con cierta celeridad. La participación, en unas elecciones en las que el voto no es obligatorio, promedió el 60 %, 5 puntos más que en 2015.
- Las elecciones se vivieron en medio del ya tradicional escenario de compra de votos ampliamente reconocido por la ciudadanía: una encuesta de agosto, de CELAG, revelaba que el 54 % de los paraguayos sabe que en su municipio se produce compra de votos. La rampante corrupción electoral, especialmente en la capital, ha sido tan flagrante que el principal diario del país, el centroderechista ABC Color tituló: “La corrupción gana las elecciones en Asunción”. Estas han sido también unas elecciones señaladas por la violencia política en las zonas rurales del país, donde varios candidatos resultaron asesinados.
- Con los primeros números, podemos afirmar que ha habido una clara victoria para el oficialista Partido Colorado, que habría obtenido 160 intendencias y la capital del país, 12 más que en 2015. El principal partido opositor, el Partido Liberal (PLRA), habría obtenido menos intendencias en solitario que en 2015 (64); Sin embargo, junto a sus alianzas sumó 34 municipios más (de los cuales 14 estarían encabezadas por liberales). En el cómputo final el resultado sería similar al de 2015.
- Las alianzas han sido la sorpresa en estas elecciones. Vencieron en 37 municipios, incluidos las populosas Ciudad del Este (capital económica del país) y Encarnación (tercera ciudad del país), poniendo un contrapunto a la hegemonía colorada. En las alianzas participan, generalmente, el PLRA y el izquierdista Frente Guasú -dividido, en ocasiones- pero también el centroderechista Patria Querida -que opera como marca electoral para candidatos independientes de toda ideología- y un importante contingente de partidos menores y candidatos autónomos, como los de Ciudad del Este y Encarnación.
- Resultados en las principales urbes:
- En la capital, Asunción, el Partido Colorado retiene la Intendencia con la victoria de Óscar «Nenecho» Rodríguez, que pugnaba por la reelección. Lo hace además “con nota”, ya que consigue más concejales que en el periodo anterior. Los liberales medían en esta plaza a Nakayama, un hombre del precandidato presidencial del ala derecha del PLRA, Norman Harrison. De haber vencido Nakayama, Harrison habría logrado un gran salto adelante en su pugna por el liderazgo del PLRA contra Efraín Alegre, que capitanea el ala de centroizquierda del partido. La izquierdista Johanna Ortega, por su parte, ha rozado el 5 % de los votos (sin los votos del Frente Guasú, que presentó a su propio candidato, Luis Narvaja). En el alero queda imaginar una hipotética suma de votos del PLRA -de ambas sensibilidades- con el conjunto de la izquierda, que juntos superan al Colorado en Asunción.
- En Ciudad del Este, segunda urbe del país y capital económica, venció un independiente y popular Miguel Prieto, apoyado por el Frente Guasú. El otrora candidato de Patria Querida, a pesar de no contar con el apoyo del PLRA, habría arrasado en las urnas, con más de un 60 % de apoyos.
- Finalmente en Encarnación, tercera ciudad del país, se habría alzado con la victoria Luís Yd, un candidato de centro, con un discurso fuertemente conservador en lo moral. Yd fue en su momento cercano a Fernando Lugo y próximo a algunos senadores del Frente Guasú, como Esperanza Martínez.
- En otro orden de cosas, cabe destacar el final de la intentona de formar un partido de ámbito nacional (Cruzada Nacional) del independiente Payo Cubas.
- Aunque las elecciones de 2023 aún están muy lejanas, el PLRA y la izquierda han recibido un claro mensaje: juntos tienen alguna posibilidad contra la eficaz maquinaria colorada; separados, ninguna.
- El vaso siempre se puede medio vacío o medio lleno. Si bien es cierto que los colorados han tenido buenos resultados, con el 49,3 % de los votos a nivel agregado nacional (1.336.425), también es cierto que la suma de todos los partidos políticos no colorados han logrado algo más del 50 % de los votos (1.375.583). No todo ese espacio es homogéneo, y hay grandes divergencias en su interior. Pero si logran juntar a la mayoría de esas fuerzas, en una suerte de Frente Amplio, como así lo hicieron en gran medida en la anterior elección presidencial (con la Alianza GANAR), es posible que se abra una posibilidad real de una alternativa electoral victoriosa ante el Partido Colorado.