Durante la jornada del domingo se celebró el referéndum en el Estado Plurinacional de Bolivia que decidía sobre la reforma parcial de la Constitución Política del Estado. La jornada transcurrió con algunos incidentes aislados, los más destacables en la provincia de Santa Cruz, donde algunas personas intentaron sabotear el acto de democracia planteado desde el … Seguir leyendo

Durante la jornada del domingo se celebró el referéndum en el Estado Plurinacional de Bolivia que decidía sobre la reforma parcial de la Constitución Política del Estado. La jornada transcurrió con algunos incidentes aislados, los más destacables en la provincia de Santa Cruz, donde algunas personas intentaron sabotear el acto de democracia planteado desde el ejecutivo. La consulta a la ciudadanía fue una muestra más de que la soberanía nacional en Bolivia reside en el pueblo, el cual es quien decidió ayer sobre la posibilidad de re-postulación, que no de reelección, de Evo Morales en las elecciones de 2019.

Los sondeos a boca de urna mostraban una ligera ventaja del No sobre el Sí, pero que en la realidad se traducía en un empate técnico debido al margen de error de estos sondeos. Los datos publicados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), sin embargo, aún provisionales y con menos de la mitad de las actas computadas, dan, por el momento, una clara ventaja al No sobre el Sí.

Una de las novedades de esta campaña en Bolivia fue el uso masivo de las redes sociales, con una alianza de facto entre éstas y los principales medios de comunicación opositores, tanto nacionales como internacionales. En muchas ocasiones, rumores que nacían al amparo de la confidencialidad de las redes sociales, eran elevados a nivel de noticia por los medios de comunicación sin contrastar fuentes ni veracidad. Posteriormente, muchos de los mismos eran desmentidos, pero la sospecha, y el consecuente daño ya estaban creados.

Más allá de las estrategias de oficialistas y opositores de cara a la campaña[1], si se confirmaran los resultados, que insistimos aún son provisionales, queda confirmado que algo está cambiando en el continente y que aquellos gobiernos nacional populares que ganaban una y otra vez los comicios electorales, ahora se encuentran con verdaderas dificultades para ganar, o incluso no lo hacen. Sin embargo, las lecturas, aún sin haber tenido tiempo de pensar y repensar lo que parece haber sucedido en Bolivia, no deben ser homogéneas. En Argentina, vimos como un discurso basado en los grandes logros y avances pasados del Gobierno no fue suficiente frente a la no-política en lo discursivo del actual Gobierno. En Venezuela, cuajó más de cara a las parlamentarias la explicación dada en el discurso de la derecha de los problemas económicos, que la explicación ofrecida por el ejecutivo. En Bolivia, sin embargo, el Gobierno ofreció sus buenos resultados de los años de Gobierno, pero también los actuales, y no dudó en posicionar la Agenda hasta el año 2025, marcando el camino que aún debe recorrer el país. Los retos y desafíos fueron afrontados y posicionados, no cayendo en un discurso complaciente de que ya está todo hecho. Sin embargo, una vez más, la agenda la marcó la oposición. En este caso, y aquí si viendo una similitud con los otros dos casos comentados anteriormente, no proponiendo una alternativa al modelo de país, sino construyendo una oposición feroz sustentada en que todo lo hecho por el Gobierno está mal.

Esa era la defensa del No. Ahora, una vez más, si se confirmaran los resultados provisionales, el Gobierno reconocerá, como siempre ha hecho, el resultado expresado en las urnas por la voluntad popular. A diferencia de los discursos opositores, los gobiernos nacional-populares han demostrado en estos últimos meses que saben reconocer los resultados, que saben reconocer cuando se pierde, y que respetan la voluntad popular. La normalidad democrática la siguen construyendo estos Gobiernos incluso cuando se pierde, a diferencia de aquellos que cuando ven la derrota cercana, no dudan en airear supuestos fraudes (por cierto, nunca sustentados en hechos, y reprobados una y otra vez por todos los observadores internacionales) y en desconocer la voluntad popular para deslegitimizar a los Gobiernos democráticamente elegidos.

[1] Se puede consultar un breve esbozo de las mismas en el Informe Pre-electoral de CELAG “¿Qué se juega Bolivia en el Referéndum del domingo?” https://www.celag.org/que-se-juega-bolivia-en-el-referendum-del-domingo-por-shirley-ampuero-y-sergio-martin-carrillo-2/

Sergio Martín-Carrillo

Máster en Desarrollo Económico y Sostenibilidad (UPO) (España)

Sergio Martín-Carrillo es máster en Desarrollo Económico y Sostenibilidad por la Universidad Internacional de Andalucía (UIA) y la Universidad Pablo de Olavide (UPO) y licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Granada (UGR). Ha sido docente-investigador en el Centro de Relaciones Internacionales del Instituto de Altos…